jueves, 18 de octubre de 2007

"Fluidificar el diálogo social"

Así se le llama en el siglo veintiuno, muy "à la Bauman", a lo que los sindicalistas y militantes de base saben que ocurre, desde siempre, cuando los sindicatos y partidos se burocratizan y se desideologizan;

La patronal francesa dispone de un fondo secreto valorado en al menos 160 millones destinado originalmente a apoyar a los empresarios frente a las huelgas, pero que ha acabado financiando a los sindicatos. Lo que empezó como una investigación de la policía financiera sobre los cobros de importantes cantidades en efectivo por Denis Gautier-Sauvagnac, presidente de la Unión de Industrias y Oficios de la Metalurgia (UIMM), la federación más importante de la patronal francesa, ha desvelado que desde hace más de 50 años la patronal "fluidifica el diálogo social". (noticia de El País)

Bueno, no es sólo cuestión de la estabilidad y fuerza interna de los sindicatos, sino que es una cuestión situada en el antagonismo estructural de las sociedades capitalistas occidentales. Se enmarca dentro del contexto de lucha por la hegemonía socialdemócrata o social-liberal contra la comunista, dentro de todas las organizaciones sociales y políticas, en el último cuarto del siglo veinte.

La patronal ha reconocido la existencia de esta caja secreta, creada, según algunos, después de Mayo del 68 para ayudar a los empresarios a resistir a la epidemia de huelgas, y según otras fuentes, en 1952, en el momento caliente de la guerra fría. La caja habría estado destinada a combatir la hegemonía comunista en el sector sindical. Las aportaciones de las empresas se situarían en torno al 0,1% de su masa salarial. A lo largo de los años, esta especie de fundación secreta habría generado un fondo de varios cientos de millones de euros. Se trata, exclusivamente, del sector del metal, el núcleo duro de la patronal.

Fuentes próximas a la encuesta judicial aseguran que buena parte de los fondos se destinaban a la financiación de los sindicatos. La mejor definición del uso de este dinero la da el predecesor de Gautier-Sauvagnac en la UIMM, Daniel Dewavrin, cuando explica al periódico económico Les Echos que las sumas en efectivo servían "para fluidificar las relaciones sociales", al tiempo que asegura que en el pasado las cifras fueron "mucho más importantes" que actualmente.

El que fuera director del MEDEF Yvon Gattaz, aseguró ayer que "el dinero entregado en mano" por la patronal había sido siempre uno de los "sistemas normales de financiación" de los representantes de los trabajadores. La actual cúpula de la patronal atribuye estas prácticas a un asunto "de la vieja guardia" y pide "transparencia". "Este asunto y estas revelaciones", decía Laurence Parisot, "me da la sensación de ser como un secreto de familia, es algo que nosotros ignoramos, tanto respecto a la UIMM como para nosotros".

Oficialmente, los sindicatos han negado la mayor y han acusado a la derecha de querer desprestigiarles. Bernard Thibault, secretario general del primer sindicato francés, la CGT, lo niega rotundamente. La CFDT asegura "no haber tocado un euro". Pero desde el campo sindical ya empieza a salir gente que rompe el silencio, la omertá. Le Parisien citaba a un alto cargo sindical que, desde el anonimato, reconocía que más de una organización había recibido "ayudas".

Pero lo que el escándalo pone sobre la mesa es el problema de la financiación de las centrales sindicales. Los sindicatos franceses que, como la patronal, no tienen que publicar cuentas, son débiles porque tan sólo está sindicado el 8% de los trabajadores.


En Francia la CGT tiene pese a todo más prestigio que en España CCOO o UGT. Y pese a todo salta el escándalo (por cierto, es notable ése freudiano "no hemos tocado un euro" ... o sea, que lo tuvieron " a mano", ¿no?).
¿¿¿Qué habrá debajo de las alfombras de Fidalgo y Méndez???