sábado, 23 de marzo de 2013

1815-1890, 1945-...

"...antes de 1914, en un mundo que aún confiaba en su supervivencia, estas figuras que, como Casandra, parecían tener el don de la profecía, eran toleradas, pero nadie creía en ellas. [...] Nadie ha descrito este mundo de seguridad de manera más precisa que el judío vienés Stefan Zweig.

 [...] durante su infancia y juventud (1880-1890), se encontraba feliz en una sociedad en la que las familias prósperas podían contemplar el futuro con bastante tranquilidad [...] todo el mundo sabía cuánto ganaba o cuánto le debían, al igual que todos los funcionarios, civiles y militares, sabían en qué año iban a retirarse y disfrutar de sus pensiones. 

[...] Europa parecía genuinamente más avanzada que el resto del mundo, no habiendo padecido guerras extensas desde 1815"