miércoles, 16 de septiembre de 2009

"Don Vince', facci la grazia, don Vince', dacci 'na pustola!"



Qué gran país... Según Sergio Rizzo y Gian Antonio Stella, Italia tiene el dudoso honor de votar periódicamente y mantener a salvo (física y jurídicamente) a lo que no puede ser denominado sino una Casta de intocables... pero intocables en un sentido bien diferente del hindú.



179.485 cargos electos, un jefe de Estado que es el 6º mejor pagado del mundo (18.878 eur), y un sueldo para los parlamentarios que, aparte de quitar el hipo en términos absolutos (15.706 eur) se ha multiplicado por quince desde la postguerra. Los autores de este divertido pero deprimente libro tienen a bien indicar al lado de estos datos el aumento del precio de 1 kg de pan de 1948 al 2006: de 1'76 eur a 2'86. ... háganse los cálculos...

Desde médicos que comienzan regalando pensiones de invalidez a sus paisanos hasta conseguir convertirse en prósperos burócratas en Roma, empresitas que surgen de la nada para acabar misteriosamente cotizando en bolsa, pasando por los gastos fastuosos de las "urbanizaciones" destinadas al alojamiento temporal de los inquilinos del Senado y el Parlamento, hasta la insultante opacidad contable de la Presidencia de la Repubblica (incluso comparada con la de la Monarquía inglesa), toda una serie de pruebas del lamentable estado de la democracia italiana vuelven a estar disponibles para un público (creo que el término es muy adecuado), el italiano, que vive hipnotizado por los rayos catódicos y apenas conserva ya algo de reflejos no ya, que decía Nanni Moretti a D'Alema en aquella escena memorable, "de izquierdas", sino de , -vamos a traducirlo así-, simple sentido "ciudadano".


Mientras, la Lega Nord , Alleanza Nazionale, y un tristemente largo etcétera de partidos y movimientos fascistas (¿quién se cree lo de "post-"?) han campado a sus anchas tranquilamente durante este verano, come al solito. Nada que no se haya dicho ya, es verdad; patrullas anti-inmigrantes, palizas a militantes de izquierdas, y demás. Y no digamos nada del "psico-nano" (Grillo dixit), porque a poco que escriba algo quedará caducado y superado por el nuevo escándalo diario.


El verano, sin embargo, no ha sido del todo negativo: la huelga y victoria parcial de los trabajadores de INSSE nos da esperanzas para este curso que comienza, y la polémica con el cómico (y telepredicador anti-establishment) Beppe Grillo puede ser un revulsivo para un centro-izquierda en coma, que necesariamente tendrá que admitirlo en el Partito Democratico (y consiguientemente a las primarias, a las que está decidido a presentarse) si sus grandes sacerdotes, como señalaba Marco Travaglio, no quieren "suicidar al partido".

[A modo de resumen: el señor Grillo ha intentado por dos veces obtener el carnet del PD, y por dos veces se lo han negado ("es un peligro para el PD" ... "Él hace anti-política"..."Sus datos no estaban en regla"), hasta que en una pequeña asamblea local, ante la evidente ilegalidad estatutaria de la decisión de la cúpula dirigente, resolvieron dárselo de nuevo. Ya veremos en qué acaba la cosa]


Allá queden con sus cuitas; mientras, PRC y PdCI, la única alternativa real a un sistema más que podrido, parece que consolidan su acercamiento, y van ganando apoyos, que podrían multiplicarse, sobre todo si lo hacen a su vez las luchas obreras en todo el país.

Para comenzar el curso, una FIESTA